¿Qué hay más allá después de una pandemia o crisis que ataca al mundo y que impacta no sólo en su economía, sino en su cotidianidad? Tras la aparición del COVID-19 en enero pasado en China y su posterior propagación a los diferentes continentes hasta llegar a Centroamérica, el virus provocó un antes y un después en los negocios de todo el mundo y en la convivencia de la población.
Sin lugar a dudas, el COVID-19 se convirtió en el principal disruptor de la transformación digital en las empresas y aceleró a gran velocidad las estrategias de comercio electrónico, entrega de productos y reabastecimiento de mercancías. Además, puso a prueba los planes de continuidad del negocio y su operación diaria.
Países como Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá, luego de entre 40 y 50 días de haber implementado diferentes medidas para contener la propagación del virus en sus territorios, se alistan a reabrir sus economías y entrar a una “nueva normalidad” posCOVID-19.
Frente a este panorama, se demanda de una resiliencia empresarial, nuevos modelos de negocios, capacidad de adaptación por parte de trabajadores y los usuarios, así como dejar atrás sistemas tecnológicos obsoletos que restan productividad y rentabilidad.
Cambio de paradigmas
Con base en datos de Ricoh Latin America, en 2020 la ejecución de la ruta hacia la transformación digital será crucial para el éxito de cualquier empresa en América Latina.
Para esta redefinición posCOVID-19 de los modelos de negocio y la optimización de procesos de negocios, los departamentos de TI tendrán que poner foco en tecnologías como inteligencia artificial (AI), reconocimiento facial, nube, internet de las cosas (IoT), machine learning, aprendizaje profundo (deep learning), controles biométricos, robótica, realidad aumentada (AR), ciberseguridad, teletrabajo, plataformas de teleconsulta para la asistencia médica, entre otras.
La inteligencia artificial es uno de los sistemas que tendrá mayor impacto después del COVID-19. La predicción de comportamientos y la anticipación a un hecho son sus principales funciones y gracias a la analítica de datos, esta tecnología no sólo se ha podido utilizar durante la pandemia para la gestión de información sobre pacientes, viajeros, escuelas, empresas, gobierno, sino que puede seguir haciendo predicciones acertadas posteriores al virus.
Con el confinamiento obligatorio en Latinoamérica, el teletrabajo o home office creció de manera exponencial como una alternativa segura para darle continuidad al negocio. No obstante, muchos corporativos tuvieron que reforzar sus estrategias de ciberseguridad debido al incremento de amenazas y fraudes.
Muchas compañías consideran que el trabajo a distancia posCOVID-19 será la tendencia, incluso grupos como los millennial ven con buenos ojos que se continúe con la actividad laboral desde casa. Según el estudio “The Deloitte Millennial Survey”, realizado por esa consultora, 50% de esta generación busca flexibilidad en horarios y la oportunidad de hacer home office. Esta pandemia permitió que el trabajador mostrará su compromiso y productividad desde casa.
Para un correcto home office, los expertos recomiendan reforzar la seguridad de la información mediante la actualización de aplicaciones; conexiones seguras como VPN (Virtual Private Network); micrófonos de calidad; instalación estable de internet y una buena cámara; herramientas de trabajo colaborativo, apps de mensajería instantánea y plataformas de videoconferencia como Cisco Webex, Hangouts de Google, Teams de Microsoft o Zoom.
Por otra parte, las entradas a sitios como aeropuertos, oficinas, hospitales, escuelas, entre muchos más, no volverán a ser los mismos después de las medidas de distanciamiento social y las reglas de higiene. El reconocimiento facial es una opción importante para atender este tema. Hikvision, fabricante de soluciones de seguridad, desarrolló terminales basadas en algoritmos dedeep learning que aumentan la precisión de reconocimiento facial a más del 99%. Con esto se brinda una mejor experiencia al usuario al eliminar el escaneo de tarjetas o huellas dactilares.
Por su parte, Uber anunció que a partir del 18 de mayo sus conductores utilizarán tecnología de verificación de objetos en la aplicación para confirmar el uso de cubrebocas a través de selfies, además de otras medidas de higiene y sanitización de la unidad.
En el sector salud, se espera que la telemedicina cobre mayor demanda. Ésta es una plataforma eficaz que gestiona el proceso completo de atención de pacientes con sintomatología leve o moderada, desde la identificación temprana hasta el seguimiento remoto. Con esto, además de que se desahoga la carga de trabajo en los hospitales, le da la oportunidad al enfermo de ser tratado desde la comodidad de su hogar.
Cuando todo esto termine, muchos de nosotros no sabremos por dónde empezar: si correr a abrazar y besar a nuestros seres queridos, volver a la oficina, salir a correr por el parque, dar un paseo o ir a degustar de una buena cena con nuestros amigos. Lo cierto es que en cada una de las actividades que hagamos estará más presente la tecnología y nuevas reglas de convivencia, por lo que la resiliencia y adaptación al cambio serán claves para integrarse a la nueva normalidad.
Esther Riveroll, Fundadora y Directora General de Alldatum Business
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